El jiu-jitsu brasileño es un arte marcial, deporte de combate y sistema de defensa personal, enfocado principalmente en la lucha cuerpo a cuerpo y en el suelo. Sus técnicas incluyen: lanzamientos, derribos, luxaciones articulares, estrangulaciones, y sumisiones. Tiene su origen en el kodokan judo, que fue enseñado por el maestro japonés Mitsuyo Maeda al luchador brasileño Carlos Gracie, a principios del siglo 20.
La filosofía del jiu- jitsu brasileño, conocido como el arte suave o de la adaptabilidad, puede ser resumida en las palabras del maestro Hélio Gracie: "Dios creó a unos hombres fuertes y a otros menos, el jiu-jitsu iguala o minimiza esa disparidad de diferencia de fuerza y/o altura una vez que un oponente de menor envergadura o peso decide proyectar a su adversario llevándolo al suelo para desde ahí adaptarse y usar alguna técnica de jiu-jitsu".
El Jiu-jutsu / jujutsu clásico se desarrolló en el Japón feudal, en el que eran comunes las batallas de ejércitos de diferentes clanes formados por los famosos guerreros con armadura o Samurai. En dichas batallas las principales armas utilizadas eran el arco (yumi) a grandes distancias; lanzas (yari), alabardas (Naginata), garrotes/ batones reforzados con placas de hierro (kanabo) y sables (katana) en la distancia larga; y cuerdas o cadenas (kusarigama), puñales (Wakizashi) y/o cuchillos (Tanto) en la distancias media y corta. Como es natural en los enfrentamientos armados, llegaba el momento en que los Samurai se encontraban cuerpo a cuerpo con su oponente, o debían capturarlo, e incluso situaciones en las que perdían su arma y debían defenderse de oponentes aún armados. Del combate cuerpo a cuerpo, nació el Ju-jutsu, ya que los Samurai portaban armaduras de placas de metal, madera y cuero reforzado en el campo de batalla; las técnicas de golpes o patadas resultaban poco efectivas. Por esta razón, proliferaron las técnicas de lanzamientos, luxaciones y derribos para llevar al oponente al suelo, causándole daño con la caída o continuando con la aplicación de técnicas con y sin armas para eliminarlo en el menor tiempo posible. Dentro de estas técnicas podemos citar luxaciones, sumisiones y estrangulaciones, además del uso de armas de corta distancia como la daga japonesa Wakizashi o el cuchillo (o Tanto), usadas para apuñalar por entre las uniones de las armaduras.
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